Monday, September 21, 2020

MATERIALES PARA LA HISTORIA DE LA POESÍA PERUANA V: PALABRAS URGENTES 2

 RECORDANDO A JUAN RAMÍREZ RUIZ Y SUS 

“PALABRAS URGENTES-2”, A LOS CUARENTA AÑOS



Por José Antonio Mazzotti

30 de agosto del 2020

Se han cumplido hace poco dos aniversarios importantes en la poesía peruana: los 60 años de la publicación de «El río», el primer libro de Javier Heraud, escrito apenas a los 18 años, y los 40 del manifiesto “Palabras Urgentes-2”, de Juan Ramírez Ruiz, fundador de Hora Zero. Ambos textos constituyen hitos en el devenir de las respectivas promociones a las que estos poetas pertenecieron dentro de la gran ola generacional del 68.

Como no soy tan viejo para recordar la salida del libro de Heraud en 1960, sí puedo dar testimonio personal de lo ocurrido el 28 de agosto de 1980 en el Salón de Grados de la Casona de la Universidad de San Marcos, donde se realizaba la presentación del primer libro de Mario Luna, poeta horazeriano. Fue una de mis primeras experiencias como universitario en las polémicas que a veces ocurren en el parnaso local. 

Juan Ramírez Ruiz, que había sido figura central de la primera etapa de ese movimiento entre 1970 y 1973, discrepaba del sentido autopromocional que había adquirido el colectivo al reagruparse en 1977. Enterado del acto, apareció con un fajo de volantes mimeografiados que empezó a repartir entre los asistentes en un acto que hoy calificaríamos de “escrache”. El público empezó a murmurar. Sin darse cuenta, Eloy Jáuregui ayudó en la distribución del volante, como hicimos varios más. Al leer entre sus primeros párrafos cosas como esta nos dimos cuenta de que había un cisma insalvable entre JRR y los miembros de HZ-Segunda etapa. Dice el manifiesto:

“Hace unos años (1971) un grupo de jóvenes irrumpió de pronto en esta sala [el Salón de Grados de San Marcos] sacudidos por una auténtica indignación moral. Protestaban contra este lugar y contra los actos que aquí se desarrollaban, a espaldas de la realidad del país. De ese tiempo a esta parte muy pocas cosas han cambiado en esta realidad. Por ello resulta patético que sea este mismo lugar, ahora, el escenario donde se celebra lo que sus actores denominan ‘una década de rebelión’.

¿Qué ha pasado para que la universidad peruana, la primera institución proveedora de la cultura oficial, institucionalice a partir de este momento lo que fue un movimiento revolucionario? 

La inconsecuencia, la confusión, la inconsciencia han deformado lo que quiere seguir llamándose Hora Zero desde hace ya tres años [o sea, desde 1977]. Deformación que alcanza a aquello que sus enemigos de ayer atribuyeron al movimiento original como objetivo: llegar a través de otras vías al establishment cultural”.

Recuerdo que Enrique Verástegui –recién vuelto de París– tomó al poco rato la palabra y defendió el evento y el espacio en que se realizaba, diciendo que Hora Zero estaba ahí, en el local de San Marcos, porque ese ya era un lugar conquistado por los hijos del pueblo. Juan Ramírez se rió. El resto del evento fluyó sin mayores turbulencias. Sin embargo, los aires políticos del país no eran nada propicios. Hacía poco había vuelto a subir al poder el civil Fernando Belaunde Terry tras doce años de gobierno militar, instaurando su modelo de liberación de importaciones, reprivatizaciones e inflación acelerada, y las acciones armadas del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso ya se hacían sentir. Ambos hechos marcarían con fuego la vida de los peruanos durante los siguientes años.

“Palabras Urgentes-2” es ya un texto clásico para el estudio de la poesía peruana moderna. Subraya la necesidad de no abandonar nunca el espíritu libertario y anticonformista de la poesía. Los que recién aparecíamos en la vida intelectual en ese entonces (yo tenía 19 años y estaba empezando mi tercer año de literatura en San Marcos) quedamos “tocados” por el ejemplo fulgurante de Juan Ramírez Ruiz.

Al poco tiempo se incubaron los proyectos de las revistas «Qaqa» (jugando con las heces y también con el vocablo quechua, como en Titiqaqa) y «El aroma del eructo». Pero justamente por anarquistas no llegaron a imprimirse. Y hubo otras movidas, como la del propio Movimiento Kloaka, fundado en 1982. Lo cierto es que los del 80 ya veíamos a HZ-2 como algo del pasado. Y por eso la amistad se consolidó de manera natural con Juan Ramírez Ruiz, que siempre mantuvo a flor de piel su espíritu juvenil y revolucionario. Esa llama interna lo llevó a experimentar como pocos con el lenguaje en su segundo libro, «Vida perpetua» (1977), y más adelante en el deslumbrante y complejo «Las armas molidas» (1996), que aún espera mayor estudio.

Como se sabe, Juan murió solo, pobre y alejado del ruido literario en junio del 2007. Permaneció desaparecido por ocho meses, hasta que la policía identificó su cuerpo entre los NN abandonados en la Panamericana Norte, cerca de Chiclayo, su ciudad natal, al parecer atropellado.

Puede leerse el texto completo de “Palabras Urgentes-2” en este enlace:

https://tajo-tajodido.blogspot.com/2015/10/juan-ramirez-ruiz-palabras-urgentes-2.html?m=1&fbclid=IwAR1OdEP2A48ddfvNH9FUlLV60g2rxSgLk6Of72ZVNNe3xBw1-_tOxHcnFhQ

Para un análisis del manifiesto y su lugar en el desarrollo de los debates literarios en el Perú de fines del siglo XX, tenemos este informativo artículo del poeta Paolo de Lima:

https://andes.missouri.edu/andes/especiales/pdl_palabrasurgentes.html?fbclid=IwAR2g5wgkOODqjpJebOO0oHsd8B2Nvzh_cQVab54vz0DSmGplYt7ApuYZ1WU

Larga vida a Juan Ramírez Ruiz.

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