Tuesday, April 23, 2024

ALGUNAS FALACIAS DE MARIO VARGAS LLOSA SOBRE EL INCA GARCILASO

 En el llamado Día de la Lengua (Castellana)


ALGUNAS FALACIAS DE MARIO VARGAS LLOSA 
SOBRE EL INCA GARCILASO

Por José Antonio Mazzotti

(Breve adelanto de mi próximo libro 
El Inca Garcilaso y la invención del Perú)


La educación formal de Gómez Suárez de Figueroa (1539-1616), conocido como el Inca Garcilaso de la Vega, fue precaria, como él mismo lo relata en los Comentarios reales. Un criado de su padre, el ayo Juan de Alcobaza, le enseñó las primeras letras, lo mismo que el idioma castellano. Su propio padre, el conquistador Garcilaso de la Vega Vargas, se encargaría de reforzar esa familiaridad y dominio del castellano. Con él Gómez Suárez hizo algunos viajes para visitar sus encomiendas, al menos durante los intermitentes periodos de calma en el nuevo virreinato, que había sido creado con las Leyes Nuevas de 1542. Luego reforzaría sus conocimientos, incluyendo algo de latín, en el Cuzco, con el canónigo Juan de Cuélar, que alabó la capacidad intelectual de los jóvenes mestizos en la década de 1550. El castellano es, pues, la segunda lengua del pequeño Gómez Suárez, pero también su lengua paterna, tan suya como la materna (el quechua) y con ella podrá comunicarse con los otros conquistadores hasta el punto de servirles de traductor en el Cuzco en numerosas ocasiones. En ese sentido, es equivocada la afirmación de Mario Vargas Llosa de que el Inca Garcilaso “perpetró… un atraco literario y lingüístico” del castellano para escribir sus obras en España (2019: 3). En realidad, el castellano ya era suyo desde niño y no hubo necesidad de ningún “atraco”, como le achaca el novelista tendenciosamente, implicando un cierto tipo de inmoralidad en el escritor mestizo.




Inca Garcilaso, por José Sabogal (1949)


En otro momento, la frase de Mario Vargas Llosa “Hablar de un estilo mestizo sería redundante, pues todos lo son; no existe un estilo puro, porque no existen lenguas puras”, que emite en su presentación general del Inca Garcilaso con motivo de los 400 años de su muerte el 2016, repite el estereotipo del mestizaje blanqueador dentro de una concepción lingüística del castellano en la que todo discurso sería equivalente con tal de que cumpla con las estructuras básicas del idioma. Al obviar las resonancias andinas, que Vargas Llosa llama “un matiz muy personal, ligeramente exótico en el contexto literario de su tiempo”, el novelista reduce la complejidad cultural del Inca a una simple cuestión de matices dentro del castellano y aprovecha para minimizarlos como un aspecto cosmético “ligeramente exótico”. Así, afirma que “la de Garcilaso es una lengua que tiene una música, una cadencia, unas maneras impregnadas de reminiscencias de su origen y condición de indiano, que le confieren una personalidad singular”. Pero no va más allá ni mucho menos entra en pormenores sobre la tradición discursiva incaica, manifestando así su deplorable desconocimiento de las culturas indígenas. Con este gesto repite la postura de un José de la Riva-Agüero o un Aurelio Miró-Quesada de reinvindicar un mestizaje en que prevalece la matriz occidental. Y al señalar que “todos los estilos son mestizos” (incluyendo el suyo, implícitamente) el novelista moderno se propone a sí mismo como autor de discursos con alguna forma de raigambre indígena, lo que a todas luces es falso, por su desconocimiento del quechua. Tenemos pues, aquí, otra manifestación del criollismo que usa el mestizaje como estrategia autolegitimadora. 

Esta actitud es coherente con la política de las Academias de la Lengua Española, empezando por la tutelar, la Real Academia Española o RAE (a la cual pertenece Vargas Llosa), que reivindicó junto con sus subordinadas el concepto de mestizaje como idea central de su congreso de ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española) en marzo del 2023 en Cádiz. Sobre esto, señala el catedrático Álex Alonso Nogueira: 

Que “mestizaje” fuera la palabra clave y la idea fuerza que aparentemente atravesó el Congreso [de Cádiz el 2023] merece también una reflexión. En primer lugar, porque permite reconocer la distancia entre el trabajo académico más reciente, que entiende que el concepto de mestizaje es parte del problema, y los movimientos lentos y a veces puramente reaccionarios que caracterizan a la Academia de la Lengua. De hecho, aunque parezca un término feliz, que intenta asumir la pluralidad cultural de fondo, hace mucho tiempo que la investigación en humanidades y ciencias sociales ha dejado de considerarlo un concepto útil, en la medida que incorpora una idea de homogeneización, de borradura de la diferencia, que en última instancia tiende a eliminar las culturas minoritarias cuya historia integra –e invisibiliza– en el gran relato de la Hispanidad (2023: s.p.).

Puede resultar útil, para una definición de lo que es realmente un estilo mestizo, un acercamiento comparativo entre crónicas mesoamericanas y andinas (aunque sin ahondar en el Inca Garcilaso) en La discursividad indígena, de Ana Matías Rendón (2019: esp. 88-89). También en Arturo Arias (2020) para una presentación panorámica de las literaturas indígenas en América Latina y su larga tradición desde tiempos coloniales, incluyendo al Inca Garcilaso como antecedente, al menos en algunos de sus aspectos.


Número 91 de la Revista de Crítica Latinoamericana (2020), con una sección 
monográfica sobre literaturas indígenas, coordinada por Arturo Arias.

No entraré en detalles acerca de las fórmulas de fundación (sobre el culto solar y la vida en “policía”), las de “requerimiento” (la exigencia de someterse al dominio incaico) y de validación (como recurencia estilística la final de citas directas) que son comunes en los capítulos dedicados a narrar las expansiones incaicas dentro de los Comentarios reales, ni el uso intermitente de pares o dobletes sintáctico semánticos, a manera de un recitado épico, en los pasajes relacionados con las conquistas incaicas. Tampoco entraré en el complejo tema de los campos semánticos típicos de la tradición quechua que se infiltran en la visión providencialista de la historia presente en la obra mayor del Inca Garcilaso. He trabajado el tema con profusión en los Capítulos 2 y 3 de mi libro Coros mestizos, sobre todo en lo que respecta a las imágenes del sol, la oscuridad, la estrella del alba y otras que tienen larga tradición tanto en el acervo renacentista como en el incaico. Por ahora, dejemos establecida esa identidad textual mestiza, que nos permitirá seguir escudriñando “la invención del Perú” planteada en la obra del cronista cuzqueño. 

Como dice el neurolingüista François Grosjean, “las interferencias, también llamadas transferencias, acompañan a los bilingües a lo largo de su vida, no importa qué tanto esfuerzo hayan hecho por evitarlas. Son los no invitados ‘acompañantes escondidos’ de los bilingües, siempre presentes aun cuando se intente filtrarlos” (2010: 68, trad. mía). Añade además que hay dos tipos de interferencia: la estática (como por ejemplo, un acento constante o la recurrencia de determinadas formas sintácticas de una lengua sobre otra); y las dinámicas, que suelen ser efímeras e imprevisibles. A la vez, dentro de estos dos tipos de interferencia, existe la posibilidad de que una estructura sintáctica de la lengua desactivada coincida con los de la lengua elegida, determinando su aparición, lo que, sin embargo, no implica transgresión gramatical en absoluto. Se trata de un tipo de interferencia sumamente difícil de detectar, y que generalmente resulta en un rasgo de estilo dentro de los límites de la lengua elegida. Si alguien no conoce la lengua desactivada, entonces la interferencia será indetectable. Esto es lo que ocurre, precisamente, con algunas construcciones sintácticas de los Comentarios, en que se superponen fórmulas de origen quechua con estructuras gramaticalmente legítimas en español. Otra vez, una lectura monocultural va a anular cualquier significación profunda y trasatlántica del discurso garcilasiano, pero una lectura mejor equipada nos revelará numerosos pliegues semánticos y caminos de investigación aún por recorrer.


Este es el error frecuente de quienes como Mario Vargas Llosa declaran –desde una perspectiva monocultural y monolingüística– que estos rasgos de estilo en Garcilaso constituyen “un matiz muy personal, ligeramente exótico en el contexto literario de su tiempo”, según citamos más arriba. Siguiendo en la línea del consagrado novelista, muchos críticos contemporáneos insisten en las limitaciones de su propia trayectoria cultural y su convencional formación profesional, citándolo sin discutirlo.

Como decía el gran garcilasista José Durand, “Garcilaso, formado y madurado en el humanismo, espléndido prosista español, puede parecer muy alejado de sus dobles raíces y muy cercano al mundo europeo en que arraigó. Claro está que tal impresión será tanto más neta cuanto mejor se conozca al español y menos al indio” (Durand 1966: 72). El Inca Garcilaso sigue señalando, así, en el derrotero de su abundante crítica, los caminos diversos con que puede interpretarse el Perú.


Afamado novelista Mario Vargas Llosa.


BIBLIOGRAFÍA CITADA


ARIAS, Arturo

2020 “Introducción. Literaturas indígenas de Abiayala/América Latina”. Revista de Crítica Literaria Latinoamericana 91 (Boston): 9-38

DURAND, José

1966 “Los silencios del Inca”. Mundo Nuevo, n. 6, París, noviembre, pp. 66-72.

GROSJEAN, François.

2010 Bilingual. Life and Reality. Cambridge, MA: Harvard University Press.

MATÍAS RENDÓN, Ana

2018 La discursividad indígena. Caminos de la Palabra escrita. México: Kumay. 

MAZZOTTI, José Antonio.

1996 Coros mestizos del Inca Garcilaso: resonancias andinas. Lima: Fondo de Cultura Económica. Segunda edición, corregida y aumentada, Lima: Editorial Horizonte, 2023.

NOGUEIRA, Álex Alonso

2023 “Lo que no se quiso ver en el Congreso de la Lengua de Cádiz”. Disponible en https://www.eldiario.es/opinion/tribuna-abierta/no-quiso-ver-congreso-lengua-cadiz_129_10104562.html?utm_source=pocket_saves

VARGAS LLOSA, Mario. 

2016 “El Inca Garcilaso y la lengua de todos”. Descargable en https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-inca-garcilaso-y-la-lengua-de-todos-0/html/02420294-82b2-11df-acc7-002185ce60642.html

2019 [Presentación]. En La almoneda del Inca, de Amelia de Paz. Córdoba, España: Taberna Literaria, 2019, p. 3. 


Wednesday, April 3, 2024

LIBRO DE HOMENAJE A LUIS MILLONES SANTA GADEA

 Qué soles se acercaban al pasado.

Homenaje a Luis Millones 


Coordinador: Alejandro Málaga 

Presentación:

José Antonio Mazzotti


(Con motivo de la presentación de los tres volúmenes de Qué soles se acercaban al pasado. Homenaje a Luis Millones el martes 2 de abril del 2024 en la Biblioteca Nacional del Perú, reproducimos aquí las palabras prologales de José Antonio Mazzotti y el sumario de los artículos contenidos en el homenaje. La edición corresponde al Fondo Editorial de la Universidad César Vallejo. La primera foto es de los archivos de la BNP. La foto con el poema de Heraud es de la colección privada de Luis Millones).



Los volúmenes que el lector tiene entre manos constituyen el largamente esperado homenaje a uno de los intelectuales peruanos más importantes de las últimas décadas, mi querido amigo y maestro Luis Millones Santa Gadea (Lima, 1940), a quien solo puedo referirme en términos elogiosos y agradecidos, como estoy seguro es el caso de muchos otros estudiosos y amantes del Perú. El verso de Javier Heraud que titula este homenaje proviene de un poema dedicado a Luis Millones en 1960 y sirve como augurio temprano de la carrera brillante del maestro en el conocimiento del pasado andino y latinoamericano.

Hace unos buenos años fui convocado por la historiadora Claudia Rosas Lauro para contribuir con un artículo en este proyecto que ahora, gracias al apoyo del Fondo Editorial de la Universidad César Vallejo, logra finalmente ver la luz y reúne treintainueve trabajos de muchos importantes investigadores de diversas partes del mundo. La coordinación general estuvo a cargo de la ya mencionada historiadora y de sus colegas de área Alejandro Málaga y Daniel Guzmán Salinas. A ellos debe ir también el reconocimiento por su paciente labor, ya que no es fácil convocar a tantos especialistas y llevar adelante el minucioso trabajo de la estandarización de estilo, la organización por temas y la interminable correspondencia que sigue a cada una de las colaboraciones. La edición final quedó en manos de Alejandro Málaga.

Se encontrará que abundan las contribuciones sobre temas peruanos y mexicanos, que son las dos áreas principales a las que Luis Millones ha dedicado buena parte de sus pesquisas desde la antropología y la historia. Formado en ambas disciplinas en Perú y Chile, Luis Millones puede enorgullecerse de una muy abundante producción, de la cual muchos de los que trabajamos temas afines hemos podido aprender valiosos contenidos que nos han servido de manera crucial en nuestros propios proyectos. 

En mi caso, Luis Millones ya era a principios de los años 80 un nombre que sonaba fuertemente en las ciencias sociales. Un trabajo de campo en la comunidad de Sacsamarca, en Huancavelica, y algunas incursiones graduadas en la antropología a través de lo que era el Diploma de Estudios Antropológicos (DEA) de la Pontificia Universidad Católica del Perú me habían llevado a encontrarme con títulos como Minorías étnicas en el Perú (1973), Tugurio: la cultura de los marginados (1976) y El hombre y su ambiente en los Andes centrales (1982), libros de Luis Millones que ya circulaban en aquellos años y a los que seguirían decenas de otros más, iluminando a través del estudio in situ numerosos aspectos del pasado y el presente de las culturas andinas.

Cuál no sería mi sorpresa cuando en la primavera boreal de 1991, ya siendo yo un doctorando en la Universidad de Princeton, vi en el catálogo de los cursos de antropología uno titulado "Religion in the Andes", acompañado del ya legendario nombre de Luis Millones. Decidí salir de mi rutina de los seminarios de literatura y auditar ese curso sobre religiones andinas en inglés, que resultó ser desde su primera clase un regocijo de conocimientos.

Al terminar la sesión inicial me acerqué al profesor para presentarme formalmente. Al observarme, Luis Millones esbozó una sonrisa y me disparó con su intransferible sentido del humor la pregunta "¿Eres peruano?". Cuando le respondí afirmativamente, añadió "No pareces peruano". Entonces no me demoré en replicar "¿Y cómo parecen los peruanos?". Lucho (lo llamo así a pedido suyo desde aquel momento) lució su sabiduría con una brillante respuesta: "De todas las formas y colores".

Desde entonces quedó sellada la amistad. Seguí asistiendo a sus clases y, sobre todo, conversando largas horas con él en su oficina (que le había dejado provisionalmente el también antropólogo Jorge Klor de Alva) y en su departamento del pintoresco pueblo universitario en Nueva Jersey, donde también tuve el placer de conocer a Renate Mayer, su adorable esposa. Luego coincidimos nuevamente cuando él fue Profesor Visitante en la Cátedra David Rockefeller en el Departamento de Lenguas Romances de Harvard en 2003-04 mientras yo era Profesor Asociado allí. Ese año académico fue motivo de nuevas y más profundas conversaciones que aliviaron el tedio de un ambiente enrarecido. El espíritu arguediano, generoso y democrático de Lucho y Renate salió a relucir siempre y sirvió como un ancla para no perder la perspectiva sobre la importancia del trabajo en equipo y los múltiples aspectos de las culturas peruanas aún sin explorar. 

Si tuviera que contar las veces que nos hemos reunido y organizado eventos a lo largo de estos más de treinta años de amistad me faltarían números. Luis Millones es sin duda uno de los intelectuales más prolíficos y creativos actualmente en el Perú, pero además es también un gran activista que no desperdicia oportunidad para ayudar a los investigadores de todas las generaciones y compartir con ellos y con cualquier persona que se le acerque su manejo de las bibliografías y los detalles sobre mil temas que domina a la perfección. En ese sentido, su vocación de maestro no se limita al salón de clases, sino que lo define en todo momento, en la calle, en el café, en los pasillos de los congresos y hasta en las cenas opíparas en las que reúne a intelectuales jóvenes y mayores por el puro placer de la conversación.

Sus intereses son múltiples, pero en rasgos generales se concentran en la religiosidad popular, las formas de organización social indígena, las crónicas coloniales, los rituales amorosos y el mundo del chamanismo, los estudios comparativos (como el ya mencionado caso de México y Perú) y las representaciones teatrales comunales que abundan a lo largo y ancho de los Andes. Como se ve, nuestro homenajeado cubre un amplio espectro de temas y manifestaciones culturales, analizadas en cientos de artículos y más de una treintena de libros aparecidos en América Latina, Europa y el Japón.  

A los tres títulos ya mencionados siguieron otros no menos importantes como Entre el mito y la historia (1987), producto de un trabajo interdisciplinario con los psicoanalistas Max Hernández, Moisés Lemlij y Alberto Péndola y con la historiadora María Rostworowski de Diez-Canseco. Estos cinco notables profesionales constituyeron el SIDEA (Seminario Interdisciplinario de Estudios Andinos), grupo que abrió interesantes perspectivas gracias a la comunicación procedente de sus diversos entrenamientos no solo en cuanto a sus disciplinas específicas, sino a sus lugares de formación.  

También siguieron Historia y poder en los Andes centrales (desde los orígenes al siglo XVII) (1987), El Inca por la Coya. Historia de un drama popular en los Andes peruanos (1988), El retorno de las huacas (como editor, 1990), 500 años de mestizaje en los Andes (como editor, 1992), Actores de altura. Ensayos sobre el teatro popular andino (1992), para mencionar solo algunos. En ellos retoma temas de antiguo interés como la rebelión del Taki Onqoy (que él contribuyera a difundir con sus investigaciones iniciales en la década de 1960, mientras era profesor en la Universidad de Huamanga) o inicia la exploración de los dramas populares andinos, de los que es una de las máximas autoridades y a los que ha añadido más recientes exploraciones en la costa, como en su reciente volumen El regreso de los tallanes. Teatro, historia e identidad en el Perú, publicado en España el 2021 en colaboración con su esposa Renate.

No ha sido ajeno tampoco a otras expresiones de la religiosidad, como el caso de la universal Santa Rosa de Lima (Una partecita del cielo. La vida de Santa Rosa narrada por Don Gonzalo de la Maza, a quien ella llamaba padre, 1993) y hasta la figura del demonio (Los demonios danzantes de la Virgen de Túcume, 1998), pasando por las creencias en el más allá, como en Todos los niños se van al cielo (2007) y Después de la muerte: voces del Limbo y el Infierno en territorio andino (2010), que muestran la compleja relación de los pobladores de diversas partes del Perú y Mesoamérica con la vida ultraterrenal, no como la configuración de lugares abstractos (cielo e infierno), sino concretos y ubicables en espacios de su entorno, además de las formas de comunicación que se establecen con los que ya han partido.

La supervivencia y transformación de creencias milenarias y la influencia del cristianismo son algunos de los elementos que destacan en las preocupaciones de Luis Millones, quien se encarga una y otra vez de demostrar que el mundo popular es altamente dinámico y creativo y que el largo proceso de violencia epistémica impuesto desde la llegada de los europeos a tierras americanas ha sido de un triunfo solo relativo. 

Son muchos más los libros que podrían comentarse, en su gran mayoría producto de una original combinación de fuentes históricas escritas y observación directa de las manifestaciones vivas de las culturas populares. Esta simbiosis de historia y antropología (algunos la llamarían simplemente etnohistoria, aunque es mucho más) hace de la obra de Luis Millones un legado intelectual único en el Perú contemporáneo. Pero hay que añadir un tercer elemento: su veta literaria.

Lucho se precia de haber sido amigo de dos notables poetas de su generación, la del 60 (o, más específicamente, como quería Alberto Flores Galindo –otro de sus miembros– del 68). Me refiero a Javier Heraud y Luis Hernández. Como se recordará, Heraud era un brillante y precoz poeta que optó por entregarse plenamente a la causa de la revolución armada como miembro del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Fue acribillado por la policía y algunos civiles exaltados en las aguas del río Madre de Dios el 15 de mayo de 1963, a los 21 años de edad. Esa muerte tan temprana dejó marcada no solamente a esa generación, sino al Perú entero. A Luis Millones lo afectó sobremanera por la entrañable relación de camaradería que los conectaba, hasta el punto de que al poco tiempo de conocerse, Javier Heraud le dedicó un poema, que dice:


    Poema a Luis Millones

    Jueves, día último de la
    infancia.
    Jueves. Viernes días dulces
    y amargos para el oído
    más sombras que luces
    qué soles
    descansaban
    en
    tu
    frente
    qué soles se acercaban
    al pasado
    Jueves,
    doce, último día de
    los lunes
    poesía
    Martes de la
    semana.
    Luis, hermano
    hoy la humanidad
    me sabe fuerte,
    hoy descanso
    en mis ojos
    y en mi voz.

28 junio 60     Javier


Heraud confió estos versos a su querido amigo quizá sin saber que ese "hoy descanso en mis ojos / y en mi voz" serían premonitorios de su propia muerte tres años más tarde.

El otro poeta con el que Luis Millones mantuvo una hermosa amistad fue Luis Hernández, con quien compartió clases en la Universidad Católica. La casa de la familia Hernández en Jesús María, en la que también vivía Max, hermano de Luis que sería otro amigo íntimo y con el tiempo colaborador suyo y uno de los más importantes psicoanalistas del Perú, fue el escenario de numerosas reuniones en las que Luis Millones vivió como estudiante, y luego como graduado, la efervescencia de la vida cultural de Lima en los primeros años de la década del 60. Más tarde, luego de muchos viajes y peripecias profesionales, Lucho Hernández, el poeta de Vox horrisona y hoy autor de culto, se suicidaría en Buenos Aires en 1977.

No puedo dejar de mencionar también su amistad con José María Arguedas, que se inició en Santiago de Chile a mediados de las década de 1960, a pesar de que el gran autor de Los ríos profundos le llevaba casi treinta años de edad. Como Lucho ha contado en un artículo que tuve el honor de publicar en el volumen Arguedas global: indigenismo en el nuevo milenio (2021), Arguedas y Sybila Arredondo acogieron al joven Millones y lo estimularon en la exploración de la música y las fiestas populares. Gracias a Arguedas, Luis Millones pudo también conocer a Augusto Roa Bastos, el autor de Yo el supremo, en su exilio en Buenos Aires, llevándole unos libros del novelista peruano. Esto le dio a Lucho la oportunidad de conversar largamente con el creador paraguayo y entender que la entrega a la vocación justifica cualquier penuria, como en un apostolado. 

Estas amistades con poetas y narradores y con muchos críticos dan cuenta de la afinidad de Luis Millones por las letras creativas y con el mundo de la literatura en general. Tengo para mis adentros que posee alma de poeta y creador antes que de científico, o que en todo caso es un riguroso científico social con buen gusto y chispa, lo que hace de la lectura de sus libros y de su conversación una experiencia, además de iluminadora, sumamente agradable. Para ponerlo en corto: un hombre sabio.

        *     *         *

La primera sección de este homenaje tiene un carácter miscelánico, pues incluye una semblanza por su gran amigo y colega Max Hernández; también una reflexión sobre el sentido de las letras por su colaborador mexicano Alfredo López Austin (lamentablemente fallecido el 2021); un análisis de un poema de César Vallejo por el poeta y profesor Marco Martos; y una lectura de un pasaje del Quijote en relación con el Perú y la imaginación utópica por quien esto escribe. 

Se suceden las secciones "Mundo prehispánico, andino y mesoamericano", "El taki onqoy y sus expresiones culturales", "Las crónicas y la sociedad del siglo XVI y XVII", "Ilustración y reformas borbónicas del siglo XVIII", "Etnohistoria y comunidades indígenas", "Fiestas, danzas y rituales andinos", "La presencia de José María Arguedas", "Educación y política" y "Memoria e imaginario". Como se ve, se ha dado una secuencia cronológica a las secciones, partiendo del pasado precolombino hasta llegar a temas contemporáneos, lo que permite una lectura relativamente lineal. Sin embargo, hay que advertir que los temas de cada artículo son complejos y vienen en muchos casos de la pluma de algunos de los más reconocidos científicos sociales de Perú, México, España y Japón, por lo que cada uno tiene vida propia y valor individual.

A todos los que participamos en este homenaje nos une el amor por América Latina y sobre todo por los pueblos originarios y sus procesos de adaptación y transformación, un amor que el ejemplo de Luis Millones ha estimulado por más de seis décadas y en universidades de diversas partes del mundo (además de las ya mencionadas de Huamanga, Princeton y Harvard, también Stanford, Texas-Austin, Burnaby en Canadá, el INAH en México, Calgary, Alberta, Montreal, Washington-Seattle, PUCP, UChile, Pittsburgh, Fundación Simón Rodríguez en Buenos Aires y muchas más) donde ha sido profesor visitante o investigador.

Merecedor de becas de investigación de la Fundación Guggenheim, el Museo Nacional de Etnología de Osaka, la Fundación Ford, el Ministerio de Educación de Japón, la National Geographic Society, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, la Academia Nacional de Historia de Chile, la Fundación Keck y otras, Luis Millones es uno de los antropólogos e historiadores peruanos más reconocidos a nivel mundial. Su afiliación fiel y permanente a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos habla de su compromiso con la universidad pública peruana y con el estudiantado de origen popular.

Este homenaje refleja solo una parte de la admiración que la intelectualidad internacional profesa por el Maestro, pero estoy seguro de que será de utilidad a los jóvenes investigadores que tomarán la posta de los estudios andinos y comparativos en los años por venir y contribuirán con ello al mejoramiento del mundo y a la justicia (por lo menos simbólica) con los marginados. Como decía Cicerón (y sin duda suscribiría Luis Millones): "No basta con alcanzar la sabiduría, es necesario saber utilizarla".

Boston, 28 de diciembre del 2023.


ÍNDICE

Presentación
José Antonio Mazzotti

Semblanza de Luis Millones
Max Hernández

Los resortes ocultos de las letras
Alfredo López Austin

“Cuatro conciencias” y la eficacia de la poesía de César Vallejo
Marco Martos

Barataria desde los estudios andinos: Utopía y Perú en el Quijote
José Antonio Mazzotti

MUNDO PREHISPÁNICO, ANDINO Y MESOAMERICANO

Tunupa y el ciclo del volcán
Ximena Medinacelli

La creación del mundo en cosmogonías indígenas de América Latina
José Ignacio Úzquiza

Ceremonias agrícolas en México y los Andes
Silvia Limón Olvera

La importancia de la forma y el número en el arte chavín: el caso del Obelisco Tello
Roxana Lazo

EL TAKI ONQOY Y SUS EXPRESIONES CULTURALES

Supervivencia del Taqui Onkoy en las Danzas de las tijeras
María del Carmen Martín Rubio

Los primeros andinos cristianos y el arte rupestre colonial: algunas aproximaciones a partir del Taki Onqoy
José Luis Martínez C. y Marco Arenas C.

Los buenos servicios: El culto del Taki Onqoy y la obra del extirpador
Peter Elmore

LAS CRÓNICAS Y LA SOCIEDAD DEL SIGLO XVI Y XVII

“Se acaua los yndios en esas provincias”. Trujillo entre ciudad de “indios” y “sin indios” y las representaciones continuas de la historia
Karoline Noack

Cuando el rey está lejos y el reino cerca.
El tiempo de la Nueua coronica de Guamán Poma de Ayala
Luis Miguel Glave

Las fábulas de Garcilaso: ¿alegoría, historia o ficción en los Comentarios reales?
Carmela Zanelli

Garcilaso y Calancha y su relación con los quipus
Teresa Gisbert

La penitencia en la Contrarreforma, el misticismo y la formación de la espiritualidad colonial en la Lima del siglo XVII
Daniel Guzmán Salinas

ILUSTRACIÓN Y REFORMAS BORBÓNICAS DEL SIGLO XVIII

La naturaleza de la fiesta en la ciudad americana de la Ilustración. Símbolos y lenguajes de poder 
Juan Marchena Fernández

Los católicos ilustrados. Luces y sombras de las Reformas Borbónicas en Charcas, finales del siglo XVIII
Ana María Lorandi

ETNOHISTORIA Y COMUNIDADES INDÍGENAS

Desde los dedos de las tejedoras: nuevas pautas para estudiar la iconografía textil en los Andes
Denise Y. Arnold, Elvira Espejo y Juan de Dios Yapita

Pescadores lambayecanos: historia y tradición
Jorge Ortiz Sotelo

Conflictos entre una Iglesia ausente y una vida disipada: agentes eclesiásticos, comunidades y estado (Provincia de Tarapacá, 1821-1882)
Carolina Figueroa Cerna

Pueblos y trabajo indígena. Bombón en el siglo XVII
Francisco Quiroz Chueca

Etnohistoria de Santa María Magdalena de Cao: una reducción indígena en el Valle de Chicama, siglos XVI-XIX
Juan Castañeda Murga y Jeffrey Quilter

FIESTAS, DANZAS Y RITUALES ANDINOS

El poder de los milagros: migración trnsnacional y religiosidad entre los peruanos en Nueva York
Ulla Dalum Berg

Las etnografías del ritual: las fiestas desde la experiencia andina
Ladislao Landa Vásquez

La Virgen de Juquila y la Virgen de Guadalupe. 
Cultos en competencia en la Costa Chica de Guerrero
Haydée Quiroz Malca

Fiesta, historia y creencia. Aproximaciones al culto de los Cristos en el Bajo Piura: el Señor de la Agonía de Bernal
Alejandro Diez Hurtado

Canciones de amor y de imploración en los Andes. Literatura oral de los quechuas del siglo XX
Ricardo Valderrama Fernández y Carmen Escalante Gutiérrez

De fiestas y dramas: el retorno de los incas
José Carlos Vilcapoma

Santos patronos en los Andes.
Imagen, símbolo y ritual en las fiestas religiosas del mundo andino colonial (siglos XVI-XVII)
Alberto Díaz Araya, Luis Galdames Rosas y Wilson Muñoz Henríquez

LA PRESENCIA DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

José María Arguedas y los bestiarios de Huarochirí y Chimbote
Ricardo Melgar Bao

Del tinkuy andino a la mesa redonda de Todas las sangres: subalternidad y hegemonía en la antropología peruana
Jefrey Gamarra Carrillo

EDUCACIÓN Y POLÍTICA

Sevilla por la República. Las elecciones del 12 de abril de 1931 
José Villa Rodríguez

Memoria y exaltación del pasado entre los docentes del Cusco
Carlos Miguel Salazar

Algunas notas sobre el proceso educativo peruano entre 1960 y 1990
Virgilio Galdo Gutiérrez

Visiones de los vencidos. Memorias divergentes y heterogéneas
Carlos García-Bedoya M.

MEMORIA E IMAGINARIO

El condenado y la acumulación de bienes
Takahiro Kato

Aporte medieval a los relatos sobre gauchos milagrosos (República Argentina, siglos XIX-XXI)
Margarita E. Gentile Lafaille

La bruja mestiza (pérfidamente) conveniente: “La Quintrala” en la imaginación política del sur andino. Chile, siglo XIX
María N. Marsilli


Tuesday, April 2, 2024

Eielson: 100 AÑOS. Congreso Internacional, 1-4 de octubre, 2024, Universidad de Florencia, Italia

 CONVOCATORIA

CONGRESO INTERNACIONAL 

"JORGE EDUARDO EIELSON: CIEN AÑOS"

FLORENCIA, DEL 1 AL 4 DE OCTUBRE DE 2024


En el marco de las celebraciones del centenario del nacimiento del artista Jorge Eduardo Eielson (Lima, 1924 - Milán, 2006), el Centro Studi Jorge Eielson, en colaboración con la Università degli Studi de Florencia y la Asociación Internacional de Peruanistas (AlP), organiza el congreso internacional "Jorge Eduardo Eielson: cien años", para dar continuidad a la difusión de la obra del maestro peruano y dar a conocer las investigaciones más recientes sobre su vida y su obra.

El Congreso se llevará a cabo del 1 al 4 de octubre del 2024 en Florencia y la convocatoria está dirigida a todos los que quieran postular. Las propuestas de participación pueden referirse a la obra artística o literaria de Jorge Eielson y ser enviadas antes del 18 de mayo a:

segreteria@centroeielson.com

Los candidatos deberán enviar una hoja de vida (máximo 15 líneas) y un resumen de su ponencia con las siguientes características: título, palabras claves, resumen con una extensión máxima de 4.000 caracteres con espacios.

Todas las propuestas serán objeto de evaluación por parte de un Comité Científico que estará integrado por investigadores de reconocido prestigio que han trabajado sobre la obra y la vida de Eielson. Los dictámenes del Comité Científico serán notificados a los interesados a fines de mayo.

En caso de ser aceptada la ponencia, la exposición no podrá superar los 20 minutos

Se informa que los participantes deberán enviar a <segreteria@centroeielson.com> el texto definitivo para la publicación de las actas antes del 31 de octubre del 2024.

Florencia, 2 de abril de 2024

Comité "Eielson Centenario"

ALGUNAS FALACIAS DE MARIO VARGAS LLOSA SOBRE EL INCA GARCILASO

 En el llamado Día de la Lengua (Castellana) ALGUNAS FALACIAS DE MARIO VARGAS LLOSA  SOBRE EL INCA GARCILASO Por José Antonio Mazzotti (Brev...